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ÁLAVA
Álava denuncia la actitud «injusta» y «arbitraria» del Ejecutivo castellanoleonés
24.09.08 ADOLFO LORENTE. a.lorente@diario-elcorreo.com VITORIA
Como el Guadiana, el conflicto territorial en torno al Condado de Treviño aparece y desaparece con relativa frecuencia. Tras unos meses de calma, el debate vuelve a estar candente tras conocerse la decisión del Tribunal Supremo de considerar ilegales los convenios que el Gobierno vasco suscribió en 2002 con los municipios del enclave, Treviño y La Puebla de Arganzón. Los acuerdos permitían la colaboración en materia de educación, desarrollo rural y cultura. Las reacciones al fallo no se han hecho esperar. El Gobierno vasco no opina, la Junta de Castilla y León se felicita y acusa a Lakua de «hacer oídos sordos» para no colaborar, mientras que la Diputación alavesa denuncia la actitud «arbitraria» e «injusta» del Ejecutivo de Valladolid.
La sentencia del Alto Tribunal ratifica la emitida por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en 2005, que aclaraba que todo acuerdo de colaboración entre Treviño y el Gobierno vasco debe contar con el plácet de la Junta. Los convenios de 2002, ahora anulados, se tradujeron, entre otras actuaciones, en la creación de un aula infantil en euskera para niños de 0 a 3 años.
Conocido el fallo, la Junta de Castilla y León, presidida por el popular Juan Vicente Herrera, no ocultó ayer su satisfacción aunque matizó que «era algo esperado». Su valoración, sin embargo, no quedó ahí. En declaraciones a EL CORREO, el consejero de Presidencia, José Antonio de Santiago, acusó al Gobierno vasco de «hacer oídos sordos» a sus peticiones de colaboración en el enclave. «Nos dirigimos por carta en marzo y a fecha de hoy, sólo hemos recibido la callada por respuesta», apostilló.
Después de reiterar que «cualquier decisión sobre el futuro de Treviño debe contar con el plácet del Parlamento castellanoleonés», De Santiago recriminó al PNV que cada vez que se aproximan unas elecciones, recupere «debates del pasado». Para muestra, se refirió a la comisión sobre Treviño que acaba de reactivarse en el Parlamento vasco, un grupo de trabajo que, a su juicio, «no tiene sentido» ya que la Cámara se disolverá en meses.
«Decisión política»
Mientras una portavoz oficial del Gobierno vasco declinaba hacer valoraciones, quien sí opinó fue el teniente de diputado general de Álava, el Claudio Rodríguez, que acusó al Ejecutivo de Valladolid de ser «como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer». El portavoz foral recordó que las instituciones vascas prestan unos servicios básicos que la Junta no ofrece.
Tras tachar su forma de actuar de «injusta» y «arbitraria», Rodríguez señaló que espera que Castilla y León no recurra los convenios de colaboración entre la Diputación y Treviño en materia de transporte, turismo o euskera por un montante anual de 170.000 euros.
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