viernes, 23 de noviembre de 2007

Reformado el Estatuto de CyL. Opinion - I. Anasagasti

Opinion - I. Anasagasti
Reformado el Estatuto de Castilla y León
23-11-2007 - I. Anasagasti



Reformado el Estatuto de Castilla y León

Este miércoles fue día de gala en el Senado. Se aprobaba, tras el correspondiente trámite parlamentario, la reforma del estatuto de Castilla y León.

Que yo recuerde se han admitido a trámite en esta legislatura el estatuto catalán, el aragonés, el valenciano, el andaluz y ahora el de Castilla y León.

El vasco fue el primero en pedir la reforma. Se le llamó Plan Ibarretxe pero ni fue admitido a trámite. El PP y el PSOE, que andan como el gato y el perro en todo, se pusieron de acuerdo y no nos dejaron pasar ni de la puerta. Ibarretxe la tocó y le dieron con ella en las narices. Ha sido la única vez, en toda la legislatura, que el PP y el PSOE llegaban a un acuerdo en algo. En decirnos que NO.

Podían haberlo admitido a trámite y enmendarlo, pero dijeron que NO. Rotundamente NO. Luego vinieron los demás. No quisieron ni cepillarlo, como diría Guerra.

Pensaba yo en esto cuando le escuchaba a Zapatero, a medio paso mío en la tribuna del Senado, decir que el estado autonómico va viento en popa.

La segunda consideración la centro en que no se han tenido en cuenta las reivindicaciones de León. Del reino histórico de León. A la singularidad Leonesa solo le queda el nombre. Nada más. Un pacto de Martín Villa con Guerra en su día, cepilló, palabras caras a Guerra las aspiraciones del viejo e histórico reino. Murcia fue autonomía uniprovincial. León no. Pero seguirán reivindicándolo.

Recuerdo como en su día como el diputado de UCD Modesto Fraile quiso que Segovia fuera, también, autonomía uniprovincial, pero Segovia, no tenia, el perfil de Leóny en esta cuestión no se le ha querido dar a León la posibilidad de que decida su futuro. Años de historia han quedado embridados en un corsé que con el tiempo, seguramente, reventará. Yo no he votado nada en contra de lo que querían los leoneses. He votado a favor de ellos.

Y finalmente Treviño. Se ha cerrado la posibilidad de un encaje adecuado a una realidad territorial que clama al cielo.

Pero ya nos lo dijo Rajoy a Ibarretxe y a mi, cuando Don Mariano era ministro de Administraciones Públicas: “Si Treviño estuviera en Ciudad Real, no habría problema, pero Treviño está en Araba, y todo lo que tiene que ver con el País Vasco es materia inflamable y mucho más si hay un referéndum de por medio. Nadie permitirá ese referéndum”.

Y ahí estaban en primera fila Rajoy, Acebes, Fraga y Pio García Escudero. Cerrando la puerta a Treviño.
Bueno, pues ya está aprobada ésta nueva reforma. Felicidades a los castellanos. Mi solidaridad a los leoneses y a los trebiñenses. La lucha continúa.

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OPINIONES:

Trebiño
Iñigo Saldise Alda


El estatuto de la comunidad autónoma de Castilla-León impide que Trebiño se desvincule de la provincia de Burgos y pase a integrarse en Araba. Un deseo de la mayoría de los habitantes de Trebiño, plasmado durante y tras la dictadura franquista con mayor fuerza. Este es un ejemplo claro de la llamada democracia española, heredera de la dictadura del generalísimo.

El Diputado en Cortes, Olabarria, denunció tras conversar en esas Cortes del Reino de España con políticos del P.P. que "el enclave de Treviño se ha convertido para algunos partidos en el paradigma de la unidad de España".

Respetando siempre la elección de los habitantes de ese condado, cuya opción es la de integrarse en la provincia de Araba, pasemos a ver cuales son sus antecedentes históricos para reivindicar su inclusión en ese territorio vasco. Comencemos por la organización territorial (moderna) del Reino de España.

En el año 1833 se formula la división del territorio de España en forma de provincias, como hemos llegado a la actualidad, sumándose a ellas la provincia de Navarra, tras la conversión forzada del Reino, tras la derrota de la primera guerra carlista y la Ley mal llamada Paccionada. En esta división el condado de Trebiño fue integrado en la provincia castellana de Burgos.

Previamente, en el año 1646 se intentó (re)incorporar el condado a la Hermandad, otros dicen provincia, de Álava. Para algunos este dato demuestra la unidad de Treviño y Álava, comparándola con la real incorporación de Oñate a Guipúzcoa o las Encartaciones a Vizcaya, siempre bajo la estructura estatal del Reino de España.

En 1417, Vitoria, Salvatierra y Treviño conformaron la Hermandad dentro de la corona castellana. Este régimen de Hermandad es la continuidad del creado en el año 1358. En ella participaban no sólo ciudades o villas de la actual Álava, sino otras villas, pueblos y ciudades que, al igual que las alavesas, formaron parte del Reino de Pamplona o Navarra. Así: Logroño, Nájera, Santo Domingo, Miranda, Briones, Salinas de Añana, Salinillas, Labastida, Portilla, Lapuebla de Arganzón, Peñacerrada, Santa Cruz de Campezo y Haro.

Si acudimos al origen, nos podemos preguntar quién fundó y otorgó fueros a la villa de Trebiño. Pero aún antes, hay que citar otro hecho importante. En dicha localidad existía un castillo defensivo navarro; en diferentes documentos podemos encontrar a sus tenentes o funcionarios, en forma de alcaides, desde el año 1076. En el siglo XII, concretamente en el año 1161, el rey vasco(n), Sancho VI “el Sabio”, concede el título de villa a Trebiño. Este dato lo podemos encontrar en una inscripción de la ermita, antigua iglesia, de San Juan.

Durante la conquista de 1200, esta villa navarra, con su castillo, aguantó las acometidas de las tropas invasoras castellanas. Nunca fue rendida, pero las circunstancias estratégicas de la guerra obligaron a su intercambio por otras plazas navarras situadas más en el interior del territorio navarro, y por ello más peligrosas en cuanto avanzadilla castellana. La imposibilidad de poder enviar ayuda a los sitiados de Gasteiz, tras más de nueve meses de asedio castellano, fue una de las claves de la entrega de la inexpugnable villa de Treviño, lo cual significó una perdida incuestionable para la posterior defensa de la soberanía del Estado de los vasco(ne)s, Navarra.

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