2008 junio 08
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«Hay que recuperar el movimiento social que nos llevó al referéndum»
En las elecciones locales y forales del 27 de mayo de 2007 hubo importantes cambios en Trebiñu. Las alcaldías de los dos ayuntamientos del enclave cambiaron de siglas, la Diputación de Araba cambió de manos y la izquierda abertzale se presentó por primera vez, consiguiendo un representante en cada municipio. Los concejales de ANV y de la Agrupación Electoral Independiente de Trebiñu hacen para GARA balance de este primer año de legislatura.
Txotxe ANDUEZA
El impasse en el que se ha visto sumida la reivindicación de Trebiñu en este último año parece explicarse en parte por los muchos cambios producidos en el ámbito político tras los resultados de las elecciones del 27 de mayo de 2007. Pero tampoco el movimiento popular que en 1998 consiguió la celebración de un referéndum en el que la población de Trebiñu se manifestó categóricamente a favor de la integración en Araba está siendo capaz ahora de romper el cerco y recuperar el dinamismo y la capacidad para incidir en la realidad política.
Los dos concejales de ANV, Patxi Ruiz de Samaniego en el Ayuntamiento de Trebiñu, e Isabel Pinedo en el de Argantzun, así como quien fue cabeza de lista de la Agrupación Electoral Independiente de Trebiñu, Nuntza Iñigo, valoran para GARA este primer año de legislatura, el momento que vive el contencioso de Trebiñu, y las perspectivas de futuro para esta histórica reivindicación. Un balance en el que todos ellos reconocen la necesidad de relanzar la reclamación de los treviñeses, aunque cada uno apunta diferentes líneas de trabajo y elementos para el debate.
Política caciquil
Aunque el cambio de gobierno municipal se dio en los dos ayuntamientos, ha sido en el de Trebiñu en el que el cambio ha sido más evidente. La Agrupación Electoral Independiente, reunida en torno a la reivindicación de la normalización administrativa del enclave, ha ostentado la alcaldía de este municipio durante dos legislaturas. En 2007, sin embargo, fue el PP quien se alzó con la victoria, instaurando una política que tanto Nuntza Iñigo como Patxi Ruiz de Samaniego no dudan en calificar de caciquil.
«Han cambiado las relaciones de trabajo en el Ayuntamiento y la forma de hacer política», relata Nuntza Iñigo. «Nosotros conformamos un grupo con los trabajadores del Ayuntamiento y el PP ha roto esa unidad. También han decidido hacer los plenos cada dos meses, lo que dificulta la participación del resto de concejales».
En cuanto a las comisiones, sólo se reúne mensualmente la de Urbanismo. La de Cultura se reúne para tratar temas concretos y las otras dos -Euskara y la especial sobre la Integración en Araba- no se han reunido ni una sola vez en este año.
Ese cambio lo han llevado incluso a la imagen exterior del Ayuntamiento: retiraron la gran pancarta que durante años denunció la anómala situación del enclave, y pusieron las banderas española y castellana, «contra nuestra opinión, ya que en Trebiñu conviven sentimientos muy diferentes y poner las banderas suponía introducir innecesariamente un elemento de conflicto». ANV denunció también esta decisión que en su opinión simboliza la posición del PP: «Impide que los treviñeses manifiesten su opinión y nos impone las banderas».
Pero, más allá de los símbolos, tanto la representante de la Agrupación Independiente como los de la izquierda abertzale se muestran preocupados por la situación de parón que vive la reivindicación en la calle, por la falta de compromiso de las instituciones implicadas y por las dificultades que en el día a día encuentran para llevar adelante iniciativas que vuelvan a poner la reivindicación de Trebiñu en un lugar preponderante en la agenda política alavesa.
Todas las vías que en los últimos años se abrieron para trabajar en la búsqueda de soluciones a este contencioso ahora están en dique seco. En el Ayuntamiento de Argantzun, donde ANV presentó una moción con el apoyo de los independientes que hasta el pasado año tenían la alcaldía, ha chocado con el muro del nuevo equipo de gobierno, en manos de «Nueva Puebla». Mientras, la alcaldesa de Trebiñu, residente en Miranda, actúa mirando a Burgos y a las instituciones de Castilla y León, según denuncian Iñigo y Ruiz de Samaniego.
En cuanto a la Diputación de Araba, antes en manos del PP y ahora del PNV, «tampoco hay diferencia», en opinión de Nuntza Iñigo. Se limitan renovar los convenios de colaboración que llevan años firmando par la prestación de diversos servicios que Burgos y Castilla no asumen. «Tanto unos como otros - critica Isabel Pinedo-, están muy cómodos en esta situación, les basta con darnos algunas migajas y ya aparentan hacer algo». Nuntza Iñigo cree necesario recuperar la comisión municipal de Integración, y llenarla de competencias y trabajo. Y que debe también relanzarse la comisión mixta creada por el Senado, que en estos momentos duerme olvidada en un cajón. Y denuncia objetivos electoralistas en la decisión del Parlamento de Gasteiz de relanzar la Ponencia especial sobre Trebiñu que han tenido en el olvido durante dos años.
Compromisos políticos
La izquierda abertzale ha introducido en la escena política treviñesa un nuevo punto de vista. Consideran que «seguir insistiendo en el desarrollo de las vías estatutarias no nos lleva a ningún lado», y plantean que la solución del contencioso de Trebiñu, necesariamente, debe incluirse en la solución del conflicto político en Euskal Herria, porque «Trebiñu necesita un salto de marco».
Con la vista puesta en ese objetivo trabajan en el día a día de los dos ayuntamientos del enclave, introduciendo también una nueva reflexión en el ámbito de la búsqueda de soluciones a los problemas cotidianos de los vecinos y vecinas: «En la medida en que dependemos administrativamente de Castilla y León, a quien pagamos nuestros impuestos, es a ellos a quienes compete hacerse cargo de los servicios básicos que necesitamos, y no a las instituciones alavesas y de la CAV. A la Diputación de Araba y al Gobierno de Lakua debemos exigirles compromisos políticos. Que tengan en cuenta a Trebiñu como al resto de Araba y de la CAV. Que cuando realizan sus planes estratégicos dejen de poner un agujero en el lugar que ocupa Trebiñu. Hay que exigirles que regularicen los derechos que como vascos tenemos, que traigan a Trebiñu la enseñanza en euskara, por ejemplo».
Junto a esas nuevas líneas de reflexión, la izquierda abertzale hace un llamamiento a las instituciones «para que se impliquen más» en la solución del contencioso de Trebiñu, y aboga por dar un nuevo impulso al movimiento popular que tanta fuerza ha tenido en otros tiempos, y «recuperando la confianza en que existe solución».
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